Para conmemorar el día mundial de la poesía y ponerle un poco de humor al lío montado por el legislador al regular la subsanación electrónica en la Ley 39/2015 de procedimiento administrativo común de las Administraciones Públicas de la que hablé en serio en estas entradas "La subsanación electrónica del art. 68.4 de la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo" y en la "Réplica a Sevach sobre la subsanación electrónica del art. 68.4 de la Ley 39/15", comparto con vosotros unos versos del año pasado que, en vista de que todo sigue igual y que el legislador no ha modificado su desafortunada redacción, siguen estando de actualidad.
Esperemos que el nuevo legislador tome buena nota de este y otros problemas de la regulación de la Administración electrónica de la que hablaba en la anterior entrada "Administración electrónica en la Ley 39/15: ¿Un nuevo despotismo ilustrado?" y nos dote de una regulación adecuada a la altura del reto tecnológico y humano que la Administración electrónica supone.
Deseando que tengáis un feliz día, os dejo como decía el compañero Pedro Corvinos con este poemilla jocoso y reivindicativo.
En un tormento me hallo
No voy a decir que miento
Por lo de la subsanación electrónica
en la ley de procedimiento
Desde el año cincuenta y ocho
Uno se podía equivocar
Y sin problema y en diez días
lo podía subsanar
Ahora dicen que imposible
Que para que se pueda implantar
la e-administración exige
que no quepa subsanar
¡Voto a bríos compañeros!
Lo que tengo que escuchar
Es el progreso dicen
caminando para atrás…
Con la subsanación clásica
la Administración puede funcionar
ya que si no subsano en 10 días
A nadie puedo reclamar
La interpretación restrictiva no es la literal
Ya que el artículo añade
A estos efectos
Y el añadido no es banal
Parece que de un golpe
el antiformalismo se quiere borrar
imponiendo otras barreras
que la Constitución no puede amparar
¡Es la guerra del 14!
¡Los recursos preparad!
Si queremos proteger
nuestro derecho fundamental
El principio pro actione
nos permite subsanar
estos y otros errores
sin a nadie perjudicar
Pero mientras que no llega
el Tribunal Constitucional
A diputados y senadores les pedimos
que cambien la ley 39
para no tenernos que lamentar...
Es de Justicia
Diego Gómez Fernández
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